Tótems

Mi nombre es Lupus Guerra y seré su acompañante en esta interesante aventura a través del tiempo, de la línea entre lo real y lo falso: Nos cruzaremos con historia, ciencia, ironías, física cuántica, manualidades, música, filosofía y mucho más..

Hay un término interesante que recientemente ha capturado mi atención, se trata al mismo tiempo de las raíces de una cultura entera, de una forma de espiritualidad conectada a la persona, de un modo de expresión profunda que representa la naturaleza en toda su extensión, de una obra de arte, de teorías sobre psicoanálisis personal… Hablaré sobre los tótems.

La palabra tótem proviene de un vocablo de la cultura norteamericana Ojibwe: «odem» que significa pueblo, y sus orígenes se remontan a un tiempo mucho más antiguo que la misma cultura… Surgen en la prehistoria a partir de la creencia en las cualidades sobrenaturales y espirituales de los animales. Eran la inspiración del clan, su nombre, su esencia, los integrantes de la tribu buscaban adoptar sus características, identificarse con esos supuestos espíritus que día a día pasaban ante sus ojos, proveyéndoles seguridad, comida, vestido, armas, ayudándolos a continuar con el orden natural de las cosas.

Imagen que representa el origen de la creencia de los tótems

Cada clan tenía su propio tótem, su mismo espíritu protector sagrado representado en la naturaleza, es por ello que generalmente los nombres de los clanes de la prehistoria tenían que ver con animales o con la naturaleza…

Poco a poco, a lo largo de los años, esta creencia fue prosperando y, como todo, cambiando. Al transformarse el hombre nómada en un hombre sedentario, los espíritus (que antes se percibían como grupales) comenzaron aparentemente a tomar forma dentro de las culturas antiguas como dioses para la explicación de fenómenos naturales o de la creación, por ejemplo, el dios jaguar de los olmecas…

De esta forma el concepto de la deidad en la naturaleza aparece en múltiples culturas antiguas en todo el mundo; pero el concepto de un espíritu específico que velaba únicamente sobre un reducido grupo de personas parecía ir decayendo poco a poco, incluso las deidades animales relacionadas a la creación sufrieron parte de esta decadencia, cambiándose por representaciones «humanas» de los dioses, pues a pesar de encontrar en Coyolxauhqui (diosa mexica) el origen de la luna y las estrellas, a la hora de ser representada, en vez de un astro, te topabas con una mujer descuartizada.

No fue en una gran cultura de la antigüedad con pirámides y templos de donde salió el concepto de tótem, este concepto surgió de un pueblo originario de los bosques de América del Norte.

Pequeños tótems con formas de animales

Los Ojibwa fueron quienes preservaron la creencia de los espíritus en la naturaleza, pero de una manera distinta… Se creía que cada individuo tenía su propio tótem, su propia alma, su propio espíritu protector que mediante una ceremonia que se le hacía una sola vez en su vida bajaba de la morada de los grandes espíritus para ser su guía: La persona no elige al espíritu, es el espíritu quien elige a la persona; tras la ceremonia se le entregaba la representación del espíritu tallada en cedro.

Cada tótem, animal o espíritu dotaba al individuo de características específicas que se reflejaban en la vida de quien lo portaba:

Ejemplos de las características de algunos de los tótems principales

Los tótems con forma de pilar (también hechos a base de cedro) representaban, como en la antigüedad, a tribus enteras y también a ciertas personas en la suma de sus tótems personales. Tenían tres niveles o escalones: la parte inferior, o primer escalón representaba al inframundo, la oscuridad, las raíces; la parte media, o segundo escalón nos habla de la tierra, del hombre, del día a día y la parte superior o tercer escalón se refería a toda la parte espiritual, a un dios, al universo.

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Tótem canadiense en el Bosque de Chapultepec

Como dato curioso, en el Bosque de Chapultepec de la Ciudad de México se encuentra un tótem canadiense que fue donado en memoria de la independencia de México como un símbolo de amistad entre ambos países.

Sigmund Freud toma la figura del tóten para hacer un psicoanálisis del hombre en donde en el primer escalón se encuentra su subconsciente, en el segundo el consciente y el tercero el superyó.

Así como Sigmund Freud creó de manera muy profesional el simbolismo de su propio tótem, y como les he comentado en este blog en entradas anteriores que vamos a subir al mundo para colorearlo luego de rascar en sus raíces, me decidí a hacer mi propio tótem.

Para hacer un tótem actual hay una variedad de ideas, hay quien basa los escalones en la vida de los animales, hay quien mete tecnologías de por medio, hay incluso tótems surrealistas que no respetan las originales leyes que rigen los tótems.

Me decidí a crear mi tótem personal

En el tótem que creé también muestro tres niveles: en el nivel inferior puse unas patas azules en un fondo verde que representan mis raíces y el tener bien puestos los pies en la tierra; en el segundo nivel coloco una boca y una nariz, pues considero que es el nivel en el que trabajan los sentidos, el habla, la vista, la percepción; y en el tercer nivel coloco unos ojos chuecos, representando lo surrealista y la consciencia. En colores rojo y amarillo (colores luminosos) coloco en una línea paralela que sale del tótem, unas alas y unos dreadlocks porque considero que las alas son nuestros propósitos, que se encuentran pegados a nosotros, alas que nos llevan hacia arriba, a lograr nuestras metas, a alcanzar nuestros objetivos a llegar a un estado y un nivel superior.

Les recomiendo que hagan su propio tótem, que no tarden más de una hora y que de preferencia, lo improvisen, porque es justamente la espontaneidad del momento lo que refleja tu verdadera personalidad.

Queridos lectores, gracias por aguantarme, lindo día, por fin termino este blog.

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